Comparto esta entrada que elaboramos entre Analía Leite, Gustavo González y yo en relación a cómo concebimos algo tan importante, en educación, como la expresión del conocimiento, de los sentimientos, de los valores, de los afectos, etc., por parte de todos los sujetos implicados. Más allá de la cultura literaria en la que estamos inmersos, la apertura a formas de expresión que representan las culturas particulares del alumnado y/o profesorado, conduce a un compromiso con la acción y al respeto a las características propias de cada una y cada uno. Ninguna forma de expresión es mejor que otra, simplemente representan opciones diferentes de manifestarse los sujetos. Espero se disfrute.
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